martes, 30 de noviembre de 2010

REPERCUSIONES DEL " ALMUERZO DEL RECUERDO"

Dado que aun no aparece ninguna información en blog , me permito citar dos pasajes de artículo VIDA DE BARRIO , de mi autoría, que aparece en edición de hoy de "www.diariolaprensa.cl"; quizás con una información adicional se preste para ir a blog.


"La pasada semana varios afanes nos llevaron al Cerro Playa Ancha . Fuimos a conocer en su domicilio al escritor Alfonso Larrahona Kästen y luego en día distinto a buscar información en Biblioteca del Museo Naval y Marítimo, en el Paseo 21 de Mayo, donde nos encontramos con que nos habíamos perdido una reedición de la Fiesta de la Primavera, tradición perdida, en que este Mirador era también escenario de bailes inolvidables.
Connotados personajes habitan o han habitado en este Cerro. El actor Arnaldo Berríos, el cantautor Payo Grondona, el escritor (Q..E.P. D) Carlos León, el asesor político Ernesto Ottone, el futbolista David Pizarro, y tantos otros. Nosotros fuimos en primer lugar al Sector de Avenida Playa Ancha a intentar de comprometer a Alfonso Larrahona Kästen, “poeta,ensayista,dramaturgo,investigador,
dibujante antólogo,profesor emérito de la Universidad de Chile, premiado en Chile, México, Uruguay,Argentina, U.S.A., Perú, Italia, Bélgica y España”. La idea era invitarlo en su condición de ex–Alumno del Liceo Eduardo de la Barra a dar un testimonio de sus vivencias y aprendizajes en el Liceo durante un “Almuerzo del Recuerdo“ del sábado pasado. Visitar a este artista e intelectual fue una jornada interesantísima, y su testimonio, junto al de Gastón Almonacid, hombre de la esfera de la experticia contable, ambos egresados del Liceo hace sesenta años, fueron un excelente aporte a la Ceremonia recordatoria.
Horacio Reyes

lunes, 15 de noviembre de 2010

"GRAN ALMUERZO DEL RECUERDO LICEANO"

SABADO 27 DE NOVIEMBRE 2010. 12 HORAS
El Centro de ex Alumnos del Liceo “Eduardo de la Barra”, continuando con la tradicion de la "Cena del Recuerdo", se complace en invitar a toda la familia licena al "Almuerzo del Recuerdo" de los ex alumnos del Liceo Eduardo de la Barra.
Esta reunión constituirá un marco digno para el merecido homenaje que la familia liceana rinde a sus más antiguos miembros, representado por los egresados del año 1950 que, por iniciativa del Centro de ex Alumnos, efectúan su tradicional reunión de convivencia después de 60 años de egresados.
IMPORTANTE: ESTA REUNION ES CON ACOMPAÑANTE.
Es preciso aclarar que el cambio de horario obedece a una solicitud especial de muchos egresados mayores, quienes sugirieron efectuar la principal reunión de convivencia de los ex alumnos del liceo, en un horario cómodo para los egresados de mayor edad y facilitar la asistencia de aquellos que viajan de ciudades lejanas.
La Adhesión es de $ 9.000 (nueve mil pesos) por participante, que puede ser depositada o transferida electrónicamente en la Cuenta BCI, 12192805 a nombre de José Luis Maturana (Presidente) RUT 5460636-2, hasta el Jueves 15 de Noviembre, para la reserva.

HONOR, DEBER y UNIÓN

martes, 2 de noviembre de 2010

NOTAS DE PRENSA

En edición de hoy de www.diariolaprensa.cl, página 7, se publicó artículo CINCUENTA AÑOS, cuyo original les adjunto.Horacio Reyes

DESDE VALPARAISO
CINCUENTA AÑOS.
El penúltimo sábado de octubre, volvió a tañir la campana del Liceo Eduardo de la Barra. Esta vez, llamando a una treintena de ex - alumnos que respondieron a la convocatoria difundida para reunir a quienes hace cincuenta años, luego de haber recibido educación y enseñanza “ de ley, nos enfilamos hacia distintos puntos del horizonte . Ahora , volvíamos a reencontrarnos, en un moderno local, en un liceo mixto , en un liceo de jornada completa que acoge para educar en los valores de la divisa “ Honor, Deber, Unión”.
El viejo local en que nosotros estudiáramos pervive en una maqueta ubicada en el ala de la Dirección. Observarla en sus detalles nos remonta a la algarabía de los recreos, a las formaciones de comienzo de jornada, a recorrer con la mirada las sucesivas salas en que transitamos a lo largo de nuestros años de estudio. Y el recuerdo de ese local (construido como edificio provisorio luego de las secuelas del terremoto del 16.08.1906,y conservado hasta los años setenta), nos trae a la mente y por supuesto a los diálogos entrecruzados en esta ocasión, de tantas anécdotas referidas a nuestro alternar diario con maestros de la talla de un Remigio Huerta, de un Luis Marín , de un Mario Soto, de un Florencio Valenzuela, de un Emilio Ramírez, de un Juan Montedónico, cada uno de ellos con un perfil distinto, sin embargo todos ellos imbuidos en la responsabilidad de guiarnos, unos “ a la buena”, otros con severidad , todos grandes y apreciados profesores, representados en este acto por don Eduardo Hess, más grande que nunca , don Flavio Gutiérrez, siempre ponderado, y don Donato Piras , siempre presente , como docente y también ex – alumno.
En nuestro reencuentro evocamos a tanto compañero que en esta ocasión no han podido estar presentes. Varios ya partidos a la Eternidad, otros a los que la vida los ha llevado a un muy alejado horizonte . Recordamos a Daniel en Manchester, a Agustín en Londres, y más cerca a Calixto allá en La Serena . Evocamos a algunos de los que se ignora su paradero. Y durante el acto académico , se realzan dos sorpresas, una en ausencia física, de un ex alumno del Curso A, y otra en asistencia impensada, de un ex-alumno del Curso B.
Carlos nos hace llegar una carta vía correo virtual , desde Valdivia , donde ejerce como médico , impedido de venir por obligaciones profesionales , quien nos participa además su gran alegría por una reciente paternidad . El “ chico Villarroel” nos hace un sucinto panorama de su vida , en que se trasuntan los valores de nuestra divisa . Un gran aplauso de quienes hemos estado presente es la respuesta unánime a su mensaje.
La otra gran sorpresa , es la presencia de quien se enteró de esta convocatoria allá muy lejos, en el extremo Norte de nuestro continente, y decidió raudamente volar desde Canadá. Alberto, abrazado a su llegada a la recepción, vitoreado en el Salón del ex-alumno Salvador Allende , nos dice luego que “no podía perderse” esta celebración.
Jornada impecable, de largos abrazos en la sala de recepción, de momentos emotivos durante el acto académico, de jolgorio en el almuerzo compartido. Intercambiamos direcciones, surgen nuevas ideas para no perder los contactos establecidos. Hasta la próxima, el 2020, decimos, con “…alma fuerte y gran corazón..”.
ALMENDRAL